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El Sindicato
Acto 1, Episodio 1
Los Exiliados
Estreno 7 de abril de 2016
Creado por Tincho0097
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Los Exiliados es el primer episodio del primer acto de la serie de Tincho0097 y TheSecondKat, El Sindicato, viniendo a ser el primer episodio de esta serie y el trigésimo cuarto episodio de la saga que forma junto con la serie anterior, Desaparecidos. Fue estrenado el 7 de abril de 2016 y marca la primera aparición, y presentación oficial, de varios personajes nuevos.

Sinopsis[]

Los Exiliados 2

Désmond recordando el pasado.

El episodio comienza en 1994, un año después de los acontecimientos de Red County y la muerte de Raymundo Viapatzzi. En Tierra Robada, se encuentra el agente fugitivo Désmond Tisernica, el cual recuerda todo lo ocurrido mediante flashbacks, y comenta que a pesar del tiempo relativamente corto que ha pasado, ha cambiado prácticamente todo en su vida. Lo único que hace todos los días es esconderse y lamentarse. Désmond recuerda de principio a fin la historia de Desaparecidos.

Al finalizar el conflicto, Désmond se ha mantenido escondido de sitio en sitio, y cuando es enfocado se nota visiblemente que está envejecido, pues tiene el rostro arrugado y con muchas canas. El agente termina de reflexionar, se sube a su camioneta y se marcha del lugar. Désmond se pregunta por qué Lazarévic le hizo todo eso y que fue lo que hizo él para merecerlo. De todas formas, no espera una respuesta, y continúa conduciendo toda la noche.

Los Exiliados 3

Désmond ve un reportaje sobre sí mismo, anunciando su pedido de captura.

Un par de días después, Désmond llega a un local de pollos Cluckin' Bell, en medio del desierto, para comer algo. Mientras espera su pedido, ve en las noticias que anuncian el aumento de actividad de una banda de Las Venturas conocida como Red Herring, y un par de atentados contra los familiares del alcalde de San Fierro Ernesto Gilliam. El reportero se pregunta si ambos hechos estarán relacionados, afirmando que la posición del gobernador de San Andreas incluso podría peligrar. El alcalde de Las Venturas no se ha pronunciado al respecto.

Desde su asiento, Désmond comenta que ahora todo lo que el podría haber evitado en el pasado, ocurre ahora con adelantada facilidad. Sin embargo, debido a que hace meses que no lo intercepta el F.B.I., para él las cosas están muy tranquilas, pero su investigación no ha avanzado en nada porque tiene que ocuparse de esconderse y mantenerse con vida. En ese momento, el reportero anuncia que se ha cumplido un año desde el pedido de captura del agente corrupto del F.B.I., Désmond Tisernica.

Los Exiliados 4

El asesino de la Junta ataca a Désmond.

El agente se queja de que justo en ese momento pasan el reportaje, pero afortunadamente su comida ya está lista y puede largarse con ella. Désmond se queja de que Lazarévic tenía razón, su trabajo se ha convertido en su modo de vida. Finalmente, Désmond llega a una casucha donde se está refugiando. Al llegar allí, el Asesino de la Junta aparecido anteriormente lo está esperando, se acerca a la casucha, lo señala, y cuando Désmond se da vuelta para preguntar quien es, recibe un disparo.

En la ciudad de Los Santos, Guillermo Abreda, su esposa María y su hijo Matias viven refugiados en un pequeño departamento en el barrio El Corona, el cual está dominado por una pandilla llamada Varrios Los Aztecas, con la que Matias está teniendo tratos casi como un miembro más, a cambio de protección. A pesar de que, según Guillermo, el Matias obsesivo y demencial que presenció la muerte de Román ha muerto, sigue sufriendo de inestabilidad mental notoria.

Los Exiliados 5

Matias y su padre.

Matias le llama la atención a Guillermo, que se ha quedado colgado, y le pide las llaves para ir a hacer las compras, marchándose del lugar. María le pregunta a su marido si está bien y él responde que nunca se sentirá bien, pues no solo los persiguen todas las familias mafiosas, sino que es para siempre. María replica que a pesar de todo, están más unidos que nunca, y luego de un año no han experimentado un solo ataque por parte de los mafiosos, así que deberían ver el vaso medio lleno y no el medio vacío.

Afuera, Matias saluda a unos colegas de los Aztecas, pues se ha hecho muy amigo de César, su líder, y eso le ha servido de mucho para mantenerse seguro durante todo ese año. Matias y los Aztecas charlan sobre el último ataque a los Vagos, la banda enemiga. Uno de los Aztecas le comenta a Matias que, cuando sus problemas con la mafia desaparezcan, podría unirse como miembro de pleno derecho de la banda. Matias comenta que espera con ansias ese día, y se marcha a hacer las compras.

Los Exiliados 6

Anabella Herring.

Un par de días más tarde, en Las Venturas, dos miembros de la ya mencionada banda Red Herring se reúnen con su jefa, Anabella Herring. Al parecer, le traen algo de información que ella quiere sobre el miembro de la Junta que apareció anteriormente, Geldof Wastermann. Este quiere matar a Ernesto Gilliam, y a toda su familia. Anabella se sorprende que Wastermann se haya tardado tanto en centrarse en Gilliam, y haya puesto más ímpetu en buscar a los Abreda, la familia que destruyó a Raymundo.

Anabella comenta, de paso, que los Abreda parecen ser "buenos cobardes" pues se han escondido muy bien de todas las familias que responden a Wastermann, y hasta de ellos mismos. Anabella busca llamar la atención de Wastermann, por lo que ordena a sus hombres que asesinen ellos mismos a la familia Gilliam. "Vamos a mostrarle a ese viejo de mierda de lo que yo, Anabella Herring, y nuestra banda, los Red Herring, somos capaces", clama, mientras la escena se funde a negro.

Los Exiliados 7

María y Matias hablando sobre el estado mental de Guillermo.

Una semana después, en El Corona, Guillermo se queja de que su vida "es una mierda", pues está todo el día enclaustrado en una casa y no puede hacer nada por proteger a su familia. En la cocina, María le dice a Matias que su padre lo preocupa. Matias replica que en cierto punto lo entiende, que ya pasó por esa locura cuando quiso vengar a Román, y que nunca podrá perdonarse haber casi sacrificado a su padre. "En aquellos días me cebé, casi no podía controlarme" dice, un tanto enfurecido consigo mismo.

La mujer le exige que deje de mortificarse, y replica que de todas formas está feliz de que esa faceta suya terminase, y le deja dinero para que haga las compras. María se lamenta de que tenga que ganarse dinero de "esa forma", pero Matias aclara que no hay otra, y que en los asaltos a los Vagos ha aprendido mucho, y se siente listo para defenderlos el día en que los mafiosos los encuentren. María responde que no le gusta hablar de ello, y Matias se marcha a hacer las compras.

Los Exiliados 8

César le explica a Matias lo que ocurre.

Cerca del negocio donde va a comprar, Matias se encuentra con César, su amigo, y ambos se saludan. César le dice que no viene a contarle nada bueno, y que han registrado actividad extraña en el barrio que podría estar relacionada con los mafiosos que los persiguen. Matias sugiere que está exagerando, pero César le dice que no es así, y que sus hombres saben de lo que le hablan. Acto seguido, le aclara que aunque son amigos y él asumiría los riesgos de tenerlo en el barrio, el resto no.

César le pide que lo siga y, mientras caminan por un callejón, le explica que no lo está echando del barrio, pero le pide que tenga mucha precaución en sus acciones de ahora en adelante. Matias le garantiza que no correrán riesgos. Desde el tejado de una gasolinera, César le muestra a tres sicarios (que son los tres compañeros de Jack Harvester vistos al final de Desaparecidos) en un estacionamiento investigando. Los mafiosos se marchan y César y Matias también. César le cuenta a Matias que una banda ha tomado control sobre Las Venturas, los Red Herring, y que podría estar relacionado con lo ocurrido.

Los Exiliados 9

El asesino ve a María.

En la casa, Guillermo le pide a María que busque a Matias, pues lleva mucho tiempo fuera. Guillermo se queja de que es un inútil y que no puede ni siquiera ir a buscar a su hijo cuando este se retrasa, debido a que es el objetivo principal de los mafiosos. "Como siempre, el inútil de Guillermo, dentro de la casa". María le exige que no diga eso, y que él la rescató. Guillermo le agradece el apoyo, afirmando que "es la calma en su tormenta". María le promete que siempre estará junto a él, y se marcha para buscar a Matias.

Afuera, los asesinos aún no se han marchado del barrio, y uno de ellos, Stokes, se ha quedado a investigar, quejándose de que los otros dos, Jimbo y Anderson, lo dejaron solo. Al darse vuelta, por casualidad, ve a María caminando por la calle. Stokes se alegra, pues de todos los bajos fondos que Wastermann puso a cargo de aquella cacería, ellos eran "los más subestimados", y ahora, han encontrado a los Abreda antes que todos. María encuentra a Matias y a César, y ambos actúan como que no pasa nada. Los dos Abreda vuelven a la casa.

Los Exiliados 10

Wastermann hablando con René y Gaspar.

Entretanto, en Vinewood, Los Santos, el Don Geldof Wastermann se encuentra hablando con su sirviente Gaspar, y con su mano derecha, René. Wastermann está a punto de marcharse en una limusina. René le pregunta si no quiere que lo acompañe, y Wastermann replica que no, que les queda la tarea pendiente en Los Santos de eliminar a las pandillas, pues necesitan la ciudad "despejada" para los Yakuza. Además, debido a que todo el mundo quiere unirse a ellos, Wastermann es prácticamente intocable.

El mafioso le cuenta a su mano derecha sobre los Red Herring y este recuerda que los rusos le hablaron de aquella banda. Wastermann no da muestras de estar muy interesado en aliarse con ellos, pero tampoco los considera una amenaza, sino que es fríamente indiferente. Lo que deja en claro, es que no se encuentran en una situación crítica y, por lo tanto, no cree que necesite de su protección. "Además, puedo defenderme, no subestimes mis setenta y cinco años" afirma el anciano, subiéndose a la limusina y marchándose hacia San Fierro.

Los Exiliados 11

Los Abreda comiendo.

Mientras, en El Corona, María ha preparado una buena comida y los Abreda se sientan a la mesa para comer. Matias felicita a su madre por sus habilidades culinarias, pero les dice que tiene amargas noticias, César le ha informado de que tal vez los estén buscando, y les cuenta sobre los mafiosos que vieron en la esquina de la estación del tren. Guillermo se lamenta y exige que esa gente no es como Raymundo, sino que son sus superiores, y seguro que son infinitamente más peligrosos de lo que él lo era.

"No aguantaremos el ritmo" suspira. María lo calla, pues está demasiado pesimista, y Matias replica que lo peor no es eso, sino que a los Aztecas no les está haciendo gracia que los acosen los mafiosos, y si no pueden controlar la situación, los acabarán echando. Sin embargo, aún no lo han hecho y Matias recomienda que extremen el doble las precauciones. Guillermo se queja de que es inútil, que ya los tienen en la mira, pero María le dice que no se preocupe, que si se mantienen cautos, todo saldrá bien.

Reunión con los mandatarios

Wastermann y los líderes políticos.

Al día siguiente, en San Fierro, Wastermann ha llegado para su reunión. Mientras la limusina se estaciona, Wastermann se queja de que la ciudad más pequeña del estado no debería haberle costado tanto a Raymundo Viapatzzi, pero de todas formas la cagó y ahora tiene que hacerse cargo de todo él. En el lugar, Wastermann se reúne con tres líderes políticos. El primero es el alcalde, Ernesto Gilliam, luego su contrincante en las próximas elecciones, David Harrington, y el alcalde de Los Santos Bob Zimmerman.

Una vez que el sirviente que trae a Wastermann se va, el mafioso saluda respetuosamente a los alcaldes y al candidato. Mientras se presentan, se revela que Wastermann mantiene una doble vida como un empresario multimillonario, accionista de la compañía Sampara S.A., y quiere hacer grandes negocios en todo el Estado. Wastermann afirma que "harán grandes cosas" con respecto a la política energética de San Fierro y Los Santos. Los tres mandatarios y el líder empresarial comienzan su reunión.

Los Exiliados 12

Jimbo y Anderson, los otros dos asesinos, investigando en El Corona.

En Los Santos, los Aztecas están discutiendo su próximo ataque a los Vagos, cuando César detecta que los sicarios han vuelto. Uno de los compañeros de César trata de convencerlo de echar a los Abreda, ya que les traerán problemas, pero César replica que, quien se meta en su barrio a matar gente, sea quien sea, lo pagará, y que de todas formas han ganado suficiente fuerza, pese a que estén en guerra con los Vagos y su tensión con los Families podría desembocar en lo mismo. César se niega a echar a los Abreda.

De nuevo en San Fierro, la reunión ha terminado, y Gilliam y Zimmerman se marchan de la casa, quedando solos Wastermann y Harrington. Wastermann le dice que es realmente con él con quien quería hablar, y Harrington replica que sabe cuales son sus intereses, y que es mucho más que un simple empresario, pues la reunión sobre las políticas energéticas no fue más que una tapadera. Wastermann le aclara que le puede garantizar el fraude, pero que tiene que aceptar responder ante él. Harrington acepta, pero cree que la gente volverá a votar por Gilliam y el Partido Demócrata, aunque no cree imposible lograr la segunda fuerza.

Los Exiliados 13

Wastermann le promete a Harrington darle el poder.

Wastermann replica que le deje todo a él, y que sacarán a Gilliam del mapa, pero le aclara que así como le suben el puñal, también pueden bajárselo, y que no le recomienda fallar. Harrington replica que no le importa ser su marioneta, ni empobrecer e idiotizar a la ciudad, sino que quiere el puesto "a como dé lugar". Ambos quedan de acuerdo en que se encargarán de los Gilliam. Harrington se sorprende de que maten también a su familia, pero Wastermann responde que es un asunto pendiente.

Esa misma noche, en Los Santos, en El Corona, Matias está bebiendo alcohol en la puerta de su pequeño departamento. Matias afirma que hace mucho que no bebe, y entonces decide volver adentro, pues no debe permanecer afuera mucho tiempo. Al otro lado de la calle, el asesino, Stokes, lo está viendo entrar y se da cuenta de que han encontrado definitivamente el escondite de la familia Abreda, que sigue unida. Los otros dos, Jimbo y Anderson, se bajan del coche y caminan hacia la casa. Los tres sicarios se reúnen y decide que ya es momento de atacar.

Los Exiliados 14

Los asesinos han llegado.

Anderson supone que serán presa fácil, pues son gente muy corriente, pero Jimbo replica que de todas formas el hijo casi mata a Raymundo, y el padre lo mató, así que no deben subestimarlos. Desde un tejado, son observados por los dos hombres de los Red Herring que Anabella envió a buscar a los Abreda. Los dos deciden no intervenir, pues creen que los Abreda no podrán con esos sicarios, y se quejan de que a Anabella no le va a gustar. El episodio termina con los tres asesinos acercándose a la casa de los Abreda.

Personajes[]

Protagonistas[]

Co-Protagonistas[]

Secundarios[]

Título[]

  • El título hace referencia a la familia Abreda, que está refugiada en Los Santos.

Continuidad[]

  • El episodio fue descrito por Tincho0097 como "el comienzo del primer acto de El Sindicato, y del cuarto acto de Desaparecidos", pues el primer Acto es considerado como un puente que conecta las dos series y revela acontecimientos de varios personajes.
  • Se revela, entre otras cosas:
    • Que Désmond lleva mucho tiempo viviendo solo, refugiándose en el desierto, sin descubrir nada.
    • Que los Abreda están en El Corona, Los Santos, y siguiendo el consejo de Désmond, se han aliado con la pandilla de los Aztecas. Matias es casi un miembro de dicha banda y ha superado su crisis mental, pero sigue muy inestable.
    • Guillermo atraviesa una crisis de mediana edad, por haberse "convertido en un inútil" debido a que no puede salir de la casa.
    • Se conoce a los Red Herring, una banda que se ha hecho con el control de Las Venturas.
    • Se sabe un poco más sobre Geldof Wastermann y su mano derecha, René.
    • Se revela que Wastermann tiene una tapadera como empresario multimillonario, a la par que es un líder mafioso europeo.
    • Se revela que Ernesto Gilliam va a buscar la reelección, y que Wastermann quiere matarlo y poner en su lugar a David Harrington, un político títere.
    • Los asesinos que eran colegas de Jack Harvester encuentran a los Abreda.
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