| Mundo de Las Tinieblas | |
| Temporada 1, Episodio 5 | |
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| Estreno | 10 de septiembre de 2013 |
| Creado por | TheTheLuisMetal2 |
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Secta Maldita o [0017] Secta Maldita es el quinto episodio de la primera temporada de la serie de TheTheLuisMetal2, Mundo de Las Tinieblas, y el quinto episodio de la serie en general. Fue estrenado el 10 de septiembre de 2013.
Sinopsis[]
Alexa y el vecino charlando.
El episodio comienza con Alexa, la vecina de Matt, junto a un vecino, un sujeto delgado con bigote, hablando sobre lo que está en el apartamento. El sujeto con bigote comenta que todo está muy parecido a lo que ocurrió con el anterior inquilino, que se encerró de la misma forma, y que también se oían ruidos raros. Alexa replica que tiene razón, y le pregunta si recuerda qué le ocurrió con el anterior inquilino. El vecino responde que sí, y que si llega a pasar lo mismo, ya se pueden ir despidiendo de Matt para siempre.
Adentro del apartamento, Matt es atormentado por los ruidos demoníacos. El ex-policía se pregunta a dónde lo llevará esa puerta cuando la vuelva a atravesar. Matt lamenta que se haya vuelto a morir otra víctima de Michael sin que él pudiera salvarla. Matt decide que, de todas formas, no pierde nada con intentarlo, y que regresará al Mundo de las Tinieblas para tratar de evitar que Michael mate a otra de sus víctimas. Matt atraviesa la puerta.
Matt en las alcantarillas.
Matt aparece armado con su hacha en el alcantarillado de San Andreas, un sitio húmedo y oscuro, y comienza a recorrerlo rápidamente. Finalmente encuentra un conducto que podría conducir al exterior, debido a que se oyen ruidos de agua al otro lado. Sin embargo, llega a otro gran pasillo, que debe recorrer. Allí encuentra varias jaulas cerradas, con monstruos cada vez más deformes devorándose entre sí, cosa que lo asquea mucho. Las criaturas son seres grises y musculosos, y algunas de ellas tienen alas saliéndoles de la espalda.
Afirmando que se encuentra con cosas cada vez más extrañas, Matt decide esquivarlas. El ex-policía nota que el lugar se pone más oscuro, como si estuviera entrando a una cueva sin salida. Sin embargo, finalmente encuentra una puerta, aparecida de la nada, como todas las puertas que ha encontrado hasta el momento. Como no tiene otro lugar a donde ir, el hombre atraviesa sin problemas la puerta.
El ataque de los sectarios.
El lugar en el que aparece es una suerte de prisión abandonada llena de pasillos laberínticos y rejas dañadas. El lugar parece estar bastante sucio y abandonado. Matt cruza despacio aquel horrible ambiente hasta llegar a lo que parece ser un puesto de guardia, en cuyo escritorio hay algunos periódicos. Ninguno de estos dice nada importante, y Matt se da vuelta para volver al pasillo, cuando una persona encapuchada, vistiendo una especie de traje gigante, lo ataca con una pala y lo deja noqueado de un golpe.
Un rato más tarde, Matt despierta adolorido en una jaula. Junto a él está un hombre blanco con camisa a cuadros gris. Al lado de ellos hay otra jaula con otro hombre, que es negro y de camisa azul rayada. Matt se pregunta donde está, y ve que delante de ellos hay varios sujetos como el que lo atacó. Está vestidos con trajes de color carne, marrones, con agujeros para respirar. Algunos están rodeando a una bestia de color gris en una cama de trabajo.
Matt y los otros prisioneros.
El ex-policía susurra que debe haber una salida, y el prisionero de camisa gris le exige que no sea ridículo, pues ya está condenado a morir. Matt pregunta a qué se refiere, y el hombre responde que está en una prisión conocida como la Prisión de la Muerte. "Estos sujetos son una especie de Secta Maldita o algo así" explica el prisionero, contando que realizan extraños rituales haciendo uso de las criaturas que habitan en la zona, y también de vez en cuando experimentan con ellos, cosa que también hacen con seres humanos.
El ex-policía exige que con más razón deben salir de ahí, porque no piensa quedarse a ser el conejillo de indias de nadie. El hombre negro con camisa rayada interrumpe y le pregunta si está sordo, y no escuchó que ya está condenado, y que debe dejar de hacer berrinches y aceptar los hechos. El otro prisionero revela que solo un hombre logró escapar con vida de aquella prisión, cuando esta era una prisión normal. Michael Williams.
Los sectarios haciendo experimentos.
El hombre cuenta que antes era una prisión normal, pero que cuando Michael escapó y el estado quedó sumergido en el caos demoníaco, apareció al secta satánica que ve ante sus ojos y se quedaron allí. No solo experimentan de manera abominable con los demonios, sino que alaban a los Monjes Malditos, y cada tanto tomaban a un prisionero para usarlo como sacrificio a los mismos, hasta que lentamente fueron agotando la prisión y solo quedan ellos tres. El de camisa gris le señala que tienen sin comer a un monstruo para ver cuanto sobrevive.
Matt pregunta qué son esas cosas, ya que se ha topado varias veces con ellas antes y son diferentes a cualquier otro ser demoníaco que haya visto en el Mundo de las Tinieblas. El de camisa gris responde que son unos extraños seres caníbales, y que cada tanto se pueden encontrar comiéndose entre ellos, solo para sobrevivir. En ese momento, comienza a sonar una alarma que alerta a los sectarios.
Serás entregado a los Monjes.
El ex-policía quiere saber qué pasa y los prisioneros explican que los sectarios tienen una alarma que les avisa cuando vienen los Monjes antes de que suenen las campanadas necesarias, por lo que elegirán a uno de ellos para ser sacrificado. Dos sectarios se reúnen, hablando en un idioma extraño (probablemente latín), y uno de ellos propone sacrificar a Matt, "el más nuevo" de los prisioneros, pero el otro replica que es muy pronto, y que por el momento elegirán a otro para realizar el sacrificio, mientras que a Matt se lo guardarán para la próxima vez.
Dicho esto, el sectario saca una pistola y apunta al hombre de camisa azul, diciéndole en español que llegó su hora, y que salga junto a él porque será entregado a los Monjes. El hombre alza las manos, resignado, mientras la alarma se detiene y el clima cambia, revelando que las campanadas han terminado y los Monjes ya han llegado a San Andreas. Los sectarios llevan al desafortunado hasta una ventana y lo arrojan al tejado de la prisión.
La víctima rodeada de Monjes.
El hombre de camisa azul se levanta, aterrorizado, y sin escuchar nada, cuando uno de los Monjes aparece de la nada y lo ataca. El hombre suelta un grito de horror mientras es rodeado por seis Monjes a cada lado. Desde dentro, los de la secta oyen sus gritos apagarse, lo que aparentemente pondría fin al sacrificio. Un sectario armado con una escopeta sugiere que habría que entregarles otro prisionero. Sin embargo, sus compañeros le responden que no, que antes tienen que esperar al menos una hora, por lo que por el momento dejan tranquilos a los prisioneros.
En su jaula, Matt le pregunta a su compañero qué les pasará ahora, y el prisionero responde que probablemente escojan a otro para echárselo a los Monjes. Matt exige que no tienen ningún sentido, a lo que el compañero responde que "lo tiene para ellos". Según el prisionero, los sectarios alaban a los Monjes como si fueran salvadores o dioses, y que crean todas esas abominaciones experimentales como muestra de que les son fieles. En ese momento, un sectario llega a decirle a Matt que será entregado a los Monjes.
Matt mata a un sectario.
Matt sigue a punta de pistola al sectario hasta un pasillo en el que se encuentran solos. Ahí, Matt finge colapsar por el miedo y desmayarse. El sectario suelta una risita y afirma que este ha demostrado ser un poco más cobarde. En ese momento, Matt se levanta y lo noquea de un puñetazo en el rostro. Afirmando que no puede creer que fuera tan estúpido como para caer en esa trampa, Matt le roba al sectario la pistola, y luego lo desnuda y se pone su traje, para pasar desapercibido y poder ir a liberar al otro prisionero.
Una vez vestido con el traje, Matt comenta que pesa mucho y está lleno de un asqueroso olor a sangre seca. De todas formas, tiene que buscar un interruptor para abrir las rejas cuanto antes. Mientras revisa el último penúltimo piso del edificio, encuentra guardado un cuchillo y decide que podría ser más útil que la pistola, al ser un arma más sigilosa. Al salir al pasillo encuentra a un sectario haciendo guardia, y lo mata degollándolo por la espalda.
El prisionero liberado.
Atravesando otra puerta y una escalera llega la última sala. Allí hay varios sectarios, por lo que Matt trata de pasar desapercibido, y cuando los tiene a tiro, comienza a degollarlos uno por uno sin que se den cuenta, con lo que acaba matando cuatro personas. Una vez terminado el asunto, Matt encuentra una computadora, donde están los interruptores de las celdas, y busca el de la jaula en la que estaba con él. Matt abre las puertas de la celdas, y el prisionero se levanta y sale corriendo sin pensar. Matt encuentra sus cosas en un rincón y se quita el traje de sectario.
Una vez listo para disponer su huida, Matt baja las escaleras y encuentra a uno de los monstruos grises comiéndose al primer sectario que degolló. Matt lo mata disparándole a la cabeza y descubre que ha abierto todas las celdas, por lo que dejó sueltos accidentalmente a todos los monstruos con los que los sectarios experimentaban. Al salir al pasillo donde estaba él encerrado, ve a los monstruos comiéndose los cuerpos de los demás sectarios.
Los monstruos liberados.
El de la escopeta intenta infructuosamente combatir contra una criatura gigante y logra matarla, pero este le da un zarpazo que lo deja herido de muerte, cayendo al suelo y sucumbiendo a su herida a los pocos segundos. En medio del caos que Matt ha desatado sin querer, los sectarios no pueden combatir debido al factor sorpresa, por lo que acaban cayendo uno por uno. Matt anda con mucho cuidado, disparando a los monstruos en cuanto están muy cerca, y al ver que son demasiados monstruos, decide que tomará otro camino que sea más seguro.
Al bajar unas escaleras, Matt llega hasta una puerta, y al atravesarla, descubre que ha vuelto al alcantarillado. En ella escucha los llantos femeninos que cada tanto lo atormentaban en su cuarto. Mientras camina, descubre que hay varios monstruos muertos y otros comiéndose entre ellos. Enfurecido, Matt dice que le da mucho asco y terror ver como esos monstruos cometen canibalismo, pero no los mata y los esquiva. Entonces encuentra un túnel desconocido y decide cruzarlo.
Otro cadáver amigo.
Al llegar al final del túnel, Matt aparece al aire libre, pero al voltearse descubre el cadáver de su compañero de celda, el de la camisa gris, que seguramente ha sido asesinado por Michael Williams. Matt se lo queda viendo hasta que cae desmayado. Un rato después, despierta en su casa, como cada vez que presencia la muerte de una de las víctimas de Michael. Alguien golpea a la puerta, y Matt descubre que dejaron una nota. "Se acerca tu momento". El episodio termina con Matt mirando hacia la ventana, mostrándose un día gris y deprimente, como siempre.
Personajes[]
Protagonistas[]
- Matt Johnson
- Alexa Morgan
- Michael Williams
Co-Protagonistas[]
- Vecino con bigote
- Hombre de camisa gris
- Hombre de camisa rayada
- Miembros de la Secta
Secundarios[]
- Monjes Malditos
Muertos[]
- Hombre de camisa rayada, asesinado por los Monjes.
- Cuatro miembros de la Secta, acuchillados por Matt.
- Resto de los sectarios, devorados por los seres demoníacos.
- Hombre de camisa gris, asesinado por Michael Williams.
Título[]
- El título hace referencia a la secta con la que Matt se enfrenta en este episodio. Más tarde se descubrirá que se llama El Llanto del Diablo.
Continuidad[]
- Matt asesina a alguien en defensa propia por primera vez.
- La trama de la Secta El Llanto del Diablo es introducida a la serie, pero no se explicará más de ellos hasta más tarde. Matt cree haberlos matado a todos.