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Una detective pondrá en riesgo a Camilo es el cuarto episodio de la célebre serie del loquendero OsalmesaEl Hierro. El episodio fue estrenado el 27 de Abril de 2013. Para que se estrenara el siguiente episodio, Osalmesa se puso una meta de 1.000 vistas.

Sinopsis[]

El episodio comienza con Delibio robando unas cajas de armas de una base del ejército, y metiéndolas en una gran barcaza blanca. Los policías intentan detenerlo, pero Delibio deja cajas falsas y huye apresuradamente. La policía se queja de que las cajas no contenían nada. La reportera Mónica reporta que ha subido el tráfico desde la desaparición de Tío Rico, ha habido gran cantidad de cargamentos de droga y cocaína desde Venezuela o Colombia hasta San Andreas, o al revés. A principios de 1981, dos años después, un avión privado llega a San Andreas desde la ciudad de Liberty City, mientras el coronel Rodrígo Tazón espera a la persona que se baja. La mujer de lentes oscuros que baja del avión es una detective llamada Alexandra Súarez, la cual vino para capturar de una vez por todas a Tío Rico, o El Metalón, como también le dicen. Tazón le informa que es una proeza imposible, pero ella se lo propone. Juntos parten, Tazón y Alexandra, hacia la comisaría.

Ajenos a la llegada de la misteriosa mujer de lentes oscuros, Mauricio y Camilo llegan a su casa para una reunión de los Salazar y los Gómez para celebrar el cumpleaños número treinta de Mauricio. A ella acuden todos los Salazar, los padres, JairoSandra, Eliza, la hermana de Eliza, Rosa y su madre. Camilo le pregunta si en verdad quiere casarse, y Mauricio responde que antes no quería porque no tenía un centavo, pero que ahora es más que rico. Al llegar a la reunión, Olga y la Sra. Gómez inician la celebración, alegando que uno no cumple treinta años todos los días. Allí, Mauricio le propone matrimonio a Eliza, la cual acepta al instante, y se pone en su dedo el anillo que Mauricio le ofrece de rodillas. Todos aplauden, muy felices. Sandra felicita a su hermano y lo abraza, agradeciéndole por la vida que les ha regalado su negocio, negocio que él dice ser una fábrica de telas, para encubrir sus negocios ilegales.

Al día siguiente, Eliza se reúne con el padre Benito. Benito le pregunta que milagro la hizo ir a la casa de Dios. Ella le dice que se casará y que quiere que él precida la ceremonia. Benito le dice que si, y que le diga el nombre del afortunado que se casará con ella. Ella le dice que es Andrés Mauricio Salazar Adames. Benito, de pronto, cambia de humor y se pone a balbucear incoherencias, hasta que consigue articular: "Mauricio Salazar es una mala persona... no te casaré con ese hombre". Eliza, enfadada, sale del templo y se sube al coche con Delibio, que le pregunta que sucede, ella le explica lo sucedido y Delibio le asegura que Mauricio es una buena persona, no importa lo que diga el padre Benito. Al llegar a la casa, Mauricio le pregunta a Eliza el porque de su humor, y ella le explica. Olga aparece, pero Mauricio consigue detener el asunto antes de que Eliza lo lleve hacia lo que dijo el padre. Mauricio le ordena a Delibio llamar al mejor padre de Los Santos, para que les precida la boda.

Mauricio le muestra a Eliza la nueva casa en la que vivirán juntos, ellos y sus hijos. Ella le agradece y se meten en el cuarto a hacer el amor. Mientras, Delibio se dirige a la catedral de Los Santos, donde lo recibe el padre Raul. Raul le dice que no irá a "El Plateado" solo para precidir una boda, debido a que el arzobispo de San Andreas se entera de que se fue de su puesto, lo mata. Delibio le paga con el dinero que Mauricio le puso debajo del asiento y le promete que la ceremonia será rápida y que luego lo traerá de nuevo. Sandra conversa con su hermano, y le dice que no se casa uno todos los días y que es hermoso el altar que ha construido. Mauricio repite su mentira de la fábrica de texítles. El sacerdote Raul va a "El Plateado" y precide la ceremonia, siendo la felicidad de todos los presentes. El padre Benito se cuela en la ceremonia para disculparse, pero Mauricio lo echa de mala manera, ya que está enojado.

En la comisaría, Alexandra todavía se pregunta como logrará encontrar a Tío Rico, por lo que el Ministro de Interior, Julio Correas, junto con el coronel Tazón le comunican que, hace dos años, hubo un operativo fallido para capturar a Tío Rico y que uno de sus agentes, que quedó inválido en el tiroteo, le podrá explicar si sabe el nombre o el rostro de algún guardaespaldas que los pueda llevar con Tío Rico. El agente resulta ser el mismo negro que resibió balazos de Mauricio. Este le dice que no recuerda con exactitud quien fue el que le disparó (Mauricio), pero que recuerda quien estaba al lado, y que era también un guardaespaldas de Tío Rico. Alexandra le pide al agente que le describa al hombre mientras ella lo dibuja. El hombre resulta ser Camilo. Tazón revisa archivos y se entera de que, en efecto, es un Camilo Salazar más joven, ya que ahora ha cambiado un poco, está más gordo y tiene barba. Hace poco renovó su identificación. Alexandra asegura que ya casi tienen a El Metalón.

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